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viernes, julio 14, 2006

DE LAS CHISPAS AL FUEGO. CONFLICTO EN MEDIO ORIENTE

En un artículo anterior, había señalado que un conflicto en medio oriente era, literal y metafóricamente, como tirar un fósforo encendido en un barril de petróleo. Lamentablemente este conflicto se ha extendido más allá de las fronteras de Israel y los territorios palestinos. La milicia libanesa Hezbolá ha seguido los pasos de grupos extremistas palestinos, secuestrando dos soldados israelíes (y ahora plantea la alternativa de una guerra abierta). Ante esto, el gobierno de Israel ha respondido militarmente. Entre respuestas y contra respuestas conforman ahora un nuevo conflicto del cual se ignora qué intensidad y virulencia pueda alcanzar.

Estos conflictos tienen como contexto un resurgimiento de grupos extremistas que nunca han querido reconocer a Israel (no haré juicios de valor al respecto), item central para cualquier negociación de paz. Tenemos un triunfo político de Hamás en Palestina, un gobierno religioso iraní muy contrario a la existencia de Israel y que desarrolla un programa nuclear que genera desconfianza y temor a algunos. Por otro lado una posición dura y extremista de Israel para con sus vecinos.

La cuestión es que Líbano cuenta con apoyo, hasta ahora discursivo, de países como Siria e Irán entre otros. El gobierno de EE.UU. intenta persuadir a Israel para el cese a las medidas militares y le preocupa una eventual desestabilización de la nación libanesa; la U.E. critica un desmesurado uso de la fuerza por parte del ejército de Israel y el bloqueo militar a Líbano; los gobiernos de Siria y Jordania condenan ataques a Palestina y Libano; Egipto condena los ataques contra civiles y acusan a Israel de violar leyes internacionales. El gobierno ruso rechaza el ataque a objetivos civiles en Líbano así como toda acción que afecta al desarrollo de esa nación y apoyan su soberanía; y por su parte los gobiernos de Alemania y Francia reconocen que el asunto comenzó con secuestros de soldados por parte de Hezbolá, pero manifiestan su preocupación por el Líbano. Es de esperar que el apoyo discursivo de países de Medio Oriente no se materialice en acciones militares de ningún tipo, lo cual encendería más la región. Sin embargo, ya hay amenazas de aquello.

Resulta indispensable que se retome el camino de las negociaciones, superando los intereses de grupos de ambas partes que tiran en la dirección contraria; esto a la mira de un eventual escenario bélico de importantes magnitudes que pueden tener efecto desastrosos en pérdidas de vidas humanas (ya se pueden lamentar muchas vidas humanas) y a nivel internacional, sobre todo para las economías más débiles. Si el temor de una guerra ha llevado el precio del petróleo a US$ 78 el barril, ¿qué puede pasar de declararse una guerra? ¿Y qué efectos puede tener una guerra en una región de por sí históricamente volátil y actualmente polarizada políticamente? Hoy más que nunca resulta necesario que las potencias mundiales hagan todo lo posible por contribuir a calmar esta situación, haciendo a un lado por un momento sus intereses individuales para evitar un conflicto que puede afectar a todo el planeta.
NOTA: mapa extraido de esta página

9 comentarios:

Esther Croudo Bitrán dijo...

Interesante aporte al momento complicado en el que esta Israel. Llama a la calma y eso en entos momento es bueno.

ecasual dijo...

Excelente artículo. Directo, claro y preciso.
Saludos.

Anónimo dijo...

Después de ver el telediario todos estos días y prestar atención a lo que explicaban, no había entendido el problema tan bien como hasta ahora... Gracias por tu ayuda ;)

Pato dijo...

Estimado Marcos, lo lamento pero no me gusta comentar poemas, me gusta leerlos pero carezco del tino para dar mi opinión, respecto a este artículo solo puedo decir que los sionistas, "amiguis" de EEUU atacan bajo ese alero, qué les importa que el sonejo de seguridad nacional no esté de acuerdo con ellos, qué les importa tener un potencial bélico que supera a Palestina infinidad de veces. Aquello es un genocidio es un apatheid racial y religioso.

Grande Palestina

Marcos dijo...

Gracias, Esther, Hormiguita, Rocio y Patricio por los comentarios.

No cabe duda que la reacción de Israel es desmedida, pese a que era esperable que ante el secuestro de soldados una nación reaccione. No obstante queda al descubierto que el gobierno de Israel carece de voluntad política para continuar las negociaciones de paz. También debe haber mucho temor para que su reacción sea tan violenta. Lo cierto es que el conflicto continua, Beirut y el Líbano se han visto fuertemente afectados y a diario se pierden vidas humanas.

Si continúa la violencia se puede desatar definitivamente una guerra declarada ya que la zona está muy polarizada. A Israel le corresponde el cese de los ataques a Líbano y Palestina, y al resto de medio oriente le corresponde reconocer la nación de Israel. Ello es fundamental para las negociaciones. El papel de las potencias debe ser el tabajar seriamente en un camino de negociaciones y no conformarse con simples discursos.

Además de las pérdidas de vidas humanas (que sin duda es lo más grave de todo conflicto bélico), este asunto tiene perjuicios de carácter político en la región (que se expresa en su polarización y en una creciente deslegitimización de negoviaciones de paz y de organismos internacionales. La violencia siempre deslegitima la diplomacia); y por otro lado repercuciones económicas de considerable magnitud a nivel global por el aumento del precio del petróleo.

Es de esperar que más temprano que tarde termine este conflicto, o que aminore considrablemente su intensidad.

Saludos a todos los que visitan este blog y gracias por su lectura y los comentarios.

Alberto Fernández dijo...

El tema no se presenta de fácil solución cuando ambas partes no parecen dispuestas a reconocerse y sentarse en una mesa para dialogar. Israel trata de mostrar en todo momento su potencial militar para disuadir a sus enemigos, los grupos terroristas islámicos y sus defensores tampoco quieren dejar de demostrar su potencial para hacer daño a Israel si éste se pasa de la raya. La solución de este problema necesita que las potencias mundiales tomen cartas en el asunto, pero no dejándose llevar por intereses y alianzas sesgadas. Mientras tanto, sólo nos queda desear toda la suerte y nuestra esperanza y compresión para los verdaderos perjudicados de todo ello, las víctimas civiles y sus familas.

Un saludo desde España.

Anónimo dijo...

Muy interesante tu artículo y tu comentario posterior. Pero ¿qué naciones, y en especial las potencias mundiales, estarían realmente interesadas en hacer "todo lo posible por contribuir a calmar esta situación, haciendo a un lado por un momento sus intereses individuales", como tú comentas? No olvidemos las reacciones políticas y militares de esas potencias, como Estados Unidos o Rusia, ante los actos del terrorismo, especialmente el islámico. No pueden exigir que otro país actúe de manera distinta a como ellas han actuado. Y por otro lado ¿qué le deparará al mundo si dejamos que un terrorismo que dice ampararse en la Divinidad para matar y someter, actúe libremente?

Aristóteles dijo...

Gracias por la información, de este post y del anterior. De hecho, por eso y muchas otras cuestiones más hay un dilema ha resolver en mi último post: "Todo ser humano que incurre, consciente o inconscientemente, en actos inhumanos, desmerece ser tratado con dignidad", pregunto si es cierto o si es falso.

¡Felicidades por tu buen blog!

Saludos desde el norte de México.

Marcos dijo...

Completamente de acuerdo con Alberto. Los que pierden son los civiles y gente que nada tiene que ver. Y en este momento de polarización y acciones bélicas, sale a la vista el hecho de que nadie quiere ceder ni un milímetro. Israel exige la entrega de prisioneros y la disolución de Hesbolá, y que Líbano actúe en ambas peticiones. Eso es mucho pedir, muestra que tras el discurso de liberación de los soldados, pretende destruir toda milicia que los pueda atacar y toda economía vecina que pueda prosperar. Por su parte, sus opositores no quieren reconocer a Israel su existencia como país (no están dando nada). Las intenciones de negociaciones se ahogan en los intereses de sectores (en ambas partes), en sus deseos de dominar al otro con violencia. Un asunto triste en que se destruyen ciudades y se derrama sangre sobre las ruinas.
Lo que pregunta Jubal es muy importante. Al parecer ninguna potencia le interesaría parar esto por un sentimiento filantrópico. Lamentablemente tampoco parecen tener mucha autoridad moral como para exigir cese al fuego. Sin embargo, esto afecta a todas las naciones del planeta, y las potencias son las que pueden jugar un papel relevante en este asunto, ya sea por sí mismas o mediante organismos como el Consejo de Seguridad de la ONU.
Aristóteles. Agradezco tus felicitaciones por mi blog. Respecto al dilema que planteas, no sabría decir algo en este momento, tengo que pensarlo más, aunque también me lo he cuestionado. De manera tentativa propondría partir por la pregunta ¿todo tipo de sanción supone una acción digna? Habría que ver que es lo digno y cómo esa concepción se relaciona con toda acción humana, la de errar y la de corregir o sancionar… Prometo tener un comentario dentro de poco en tu blog.

Muchas gracias a todos por sus comentarios y planteamientos; es un gusto poder compartir mis apreciaciones de estos temas y poder conocer las suyas para enriquecer mi visión del tema. Agradecería mucho que me recomienden bibliografía o páginas de internet.

Saludos a todos, y que estén muy bien.