UNA SUPUESTA CONCERTACIÓN DE IZQUIERDA

Hace un par de días, creo, me toco escuchar una frase, a mi parecer, bastante peculiar. Esta decía que “la concertación está dominada por la izquierda” y salió de la boca de Sebastián Piñera, candidato presidencial para la segunda vuelta a realizarse el día 15 de Enero de 2006, que se enfrenta a Michelle Bachelet y que representa a los partidos, ideologías (si realmente se puede hablar de tales) e intereses de la derecha nacional chilena. Mi intención es hacer un breve análisis – mas bien un comentario – respecto de esta idea tan… singular, por decirlo de algún modo.

A simple vista podemos ver una caída del poder del partido Demócrata Cristiano (DC) en las relaciones de alianza, poder e intereses que convocan y mantienen relativamente unida a la concertación. Pero esto sólo se da en el ámbito electoral. Suman menos votos que antes y por eso muchos se atreven a decir que este actor político ha perdido importancia en relación a los otros partidos de la concertación (PPD, PS, PRSD, vienen a ser los más importantes, en particular los dos primeros) que se han visto beneficiados con un repunte electoral y con la ‘conquista’ de distritos emblemáticos en las últimas elecciones parlamentarias. Todo esto que uno ve en las noticias y que todos buscan hacer resaltar y que por otro lado han hecho tan populares a las encuestas corresponde al campo o ámbito electoral y se trata tan sólo de la disputa por la obtención de la mayoría electoral que permite luego a cada partido o coalición posicionarse en diversos cargos públicos de poder (que como todos notarán, por el hecho de ser cargos de poder, resultan no ser muy del alcance del público). Las disputas electorales son las que saltan a la vista. Pero está también la arena política, ese ámbito de la cotidianeidad de la vida de los políticos y los partidos que es poco perceptible hoy en día en momentos de elecciones y casi invisible una vez que estas terminan. Y si bien es cierto, la DC ha disminuido su influencia y poder en el ámbito electoral (que entre otras cosas se ve en la retirada de Soledad Alvear y en la baja de votación parlamentaria que a sufrido), ello no ocurre de modo similar en el campo de lo político. En la arena política aun sigue siendo bastante fuerte como para ser determinante en las decisiones políticas, imponer ministros etc. No debemos olvidar que en su momento, cuando corría la carrera electoral de la primera vuelta, Bachelet dijo que no podía ni quería gobernar sin la Democracia Cristiana. No es algo menor. Se trata de un reconocimiento de la importancia de este partido en la concertación por parte de una candidata de un partido que electoralmente está en ascenso. Y lo más importante es que eso que dijo es verdad. Sin la DC, lo que quedaría de concertación pierde mayoría política. Así pasa también con la retirada de los demás partidos pero pienso que en una medida algo menor. Por eso la concertación no se ha hecho pedazos aun, pese a que algunos pensamos que efectivamente ocurriría así con todas las disputas y diferencias que se aprecian en su interior. Y si la situación política de los partidos que conforma la concertación sigue similar en su relación con los restantes partidos de la misma, esta se mantendrá unida, independiente de las variaciones que tengan respecto del electorado.

Las posibles fugas de personas de la DC a la derecha corresponden a casos individuales de sujetos que ven una mayor posibilidad de concretar intereses individuales o mayor afinidad de ideas, o simplemente un mal cálculo que han hecho respecto a la situación del partido y personal en caso de quedarse en la concertación. No se trata de una tendencia en el partido. La idea del cambio de la DC de la concertación a la Alianza no me parece viable en términos de su posible ocurrencia debido a que si la DC se fuera a la coalición de derecha, ocuparía inevitablemente una posición subordinada en su interior, tanto en lo político como en lo electoral (electoral me refiero a la posibilidad de posicionar candidatos a diversos cargos en la lucha electoral por la consecución de un cargo público), situación de subordinación que no se da en la coalición a la cual pertenece actualmente este partido.

A pesar de su tendencia a la caída en las elecciones parlamentarias, esto no es lo suficientemente significativo para suponer que la DC está desapareciendo del mundo político o que está siendo tragada por los otros dos partidos grandes de la concertación (PPD y PS). Este partido sigue manteniendo una gran importancia política y el hecho que la candidata socialista diga que no quiere ni puede gobernar sin la DC es una prueba de ello. La otra prueba la tendremos cuando se designen los cargos ministeriales. Por lo cual es ridícula la idea de una concertación donde manda la izquierda.

Otro aspecto que quería señalar es el hecho de que la Concertación no se mueve conforme a una lógica de izquierda. En ningún momento se ha hablado de dejar a un lado el mercado; es más, en los planteamientos de esa coalición se reconoce al mercado como ordenador de la sociedad, se promueve la continuación de un orden social basado en el mercado, aunque claro, no con la brutalidad del proyecto de la coalición de oposición. Hasta donde yo se, la izquierda nunca a sentido mucha simpatía por el mercado. Por otro lado no se ha escuchado a la candidata de la concertación diciendo algo que apunte en serio a fortalecer el Estado; y así podemos tener un largo etc. ¿Así que de qué izquierda de concertación se está hablando? A lo más podemos hablar de centro-izquierda. Aunque claramente está la concertación a la izquierda de Piñera. Tal vez a eso se refiere el candidato de la derecha cuando habla de la concertación de izquierda.

Pienso que Piñera señala que la concertación es de izquierda por la connotación negativa que tiene este término en nuestro país. Además con ello busca dar la sensación de que el está en el centro y construir un discurso que se acople bien a su presunción de ser ‘humanista cristiano’. En fin, una forma sutil de esconder el hecho que es de derecha, que no es de centro, para así obtener ganancias en el mercado electoral. Y esto no es raro. Los candidatos entienden que es necesario acercarse a una idea de centro político ya que esta, en nuestro país, se le tiende a asociar con apolítica, con la idea de que ‘no se es político’, ‘que no se tiene preferencia política’, etc. De este modo, “centro” es igual a “no político”, idea reforzada con la aparición del candidato saludando a toda clase de gente y ligándose a espacios no políticos como son la tercera edad y el deporte, entre otros (esto al momento de hacer campaña).

Dado lo anterior, creo que seguiremos expuestos a toda clases de disparates y tonteras como “concertaciones dominadas por la izquierda” y esas cosas para llevar a cabo falacias y confusiones convenientes para algunos (principalmente la gente ligada a los candidatos presidenciales) entre la arena política y la arena electoral. Yo sólo espero que traten de ser menos fomes no más.