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lunes, mayo 29, 2006

ESCOLARES Y LA PROMESA DE LA EDUCACIÓN EN CHILE

TODO DISCURSO TIENE FECHA DE VENCIMIENTO

“Jornada escolar completa. ¿Con qué ropa?” decía uno de los afiches, entre tantos más, de un colegio en toma. Esto es un pequeño reflejo, una pequeña expresión de una verdad más profunda: no tiene sentido imponer leyes si la realidad material no da para cumplirla.

Tal parece que una serie de contradicciones u oposiciones han encontrado una fecha de vencimiento, lo cual se traduce en lo que hemos visto estas últimas semanas. Algunas de estas son:
· La incoherencia entre el discurso sobre la importancia de la educación y los esfuerzos reales por mejorarla. Más que mejorar la situación y la desigualdad en este tema, se ha tendido a camuflar su mala calidad con manejo tergiversado de datos y con discursos que prometían un súper cambio en educación.
· La contradicción entre la imposición legal y la realidad material. Se pretende dar jornada completa obligatoria, enseñanza obligatoria de toda la escolaridad, etc., cosas buenas si se aplican bien y a conciencia; no obstante no se ha provisto a los establecimientos municipales de la infraestructura y profesionales necesarios para su efectiva aplicación. Ni hablar de la calidad de la educación a nivel nacional y las desigualdades en ella por estrato socioeconómico. La obligación no puede ir disociada de la posibilidad objetiva del sujeto de cumplirla.
· No correspondencia entre la promesa de la acción del Estado en el ámbito de la educación y lo que realmente se hace por quienes requieren del aparato estatal para adquirir este derecho. La distribución de la educación queda en manos del mercado, siendo la posición del sujeto en el mercado lo que determina la calidad de educación a la cual puede acceder. Se pierde la noción de derecho y pasa a ser mercancía.


Toda estrategia de administración de problemas encuentra, tarde o temprano, su fecha de vencimiento. Así ocurre siempre con los discursos, cuya utilidad es momentánea. Así ocurre también con lo que yo llamaría “planes limosna”(1). En el ámbito de la educación ello llevó a una educación pésima y de nivel decreciente. Luego, la acumulación de descontento encuentra una vía de expresión y es eso lo que vemos ahora. Se ha tocado un tema que importa a la gente en general, y los pingüinos(2) han sabido organizarse lo suficientemente bien para que la movilización tenga no sólo más duración sino que además vaya ganando legitimidad en la sociedad (además de lo expuesto en el artículo anterior).

Lo subyacente a las peticiones, a mi entender, es que la educación no puede ser una responsabilidad individual de la que cada quien tenga que hacerse cargo desde su posición en el mercado, sino más bien se trata de una responsabilidad social y cuyo mejoramiento es un bien para la sociedad en su totalidad y no un beneficio de un montón de individuos. Por eso las movilizaciones de los pingüinos y el apoyo que reciben.
Otros artículos relacionados con el tema:
- el escrito justo antes de este.

Notas:
(1) Aquellos planes que sirven tan sólo para manejar y administrar el problema pero que no se orientan a una real solución. Se caracterizan principalmente por los escasos recursos y lo precario de las medidas, y se relacionan muchas veces con políticas que suelen privilegiar la protección de estabilidad del capital (por ejemplo, la excesiva prudencia y ahorro que se hace con las platas que han entrado con el aumento del precio del cobre). Lo que se consigue con esta clase me planes y medidas es mantener el conformismo en sectores desfavorecidos de la sociedad, y cumplir metas de carácter visible (en datos) como superaron de líneas de pobreza y similares.
(2) Escolares.

4 comentarios:

ecasual dijo...

El problema, como comentas, es el abismo que existe entre las normas y las acciones. La educación, como la vivienda o la salud, son tenidos como derechos formales, otorgados en "normas programáticas". Las Constituciones van por un lado y la realidad por otro. Al final se deja "casi todo" a cargo de los mecanismos del mercado, precisamente lo que la idea Constitucional trató de corregir. Un saludo.

Anónimo dijo...

saluditos
no he tenido chance de leerte como quisiera pero aki estamos

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