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sábado, abril 29, 2006

CONTINÚA EL CONFLICTO. LAS COSAS SE PONEN MÁS TENSAS


La disputa por la continuidad del programa nuclear de Irán continua y cada vez adquiere más énfasis las diferentes posiciones. La cosa se pone más caliente. La OIEA emitió un informe que señala que Irán no sólo no ha detenido el proceso de enriquecimiento de Uranio sino además ha aumentado el ritmo de las operaciones relacionadas al proceso. EE.UU. y algunas naciones manifiestan oposición y preocupación, asegurando que lo que se busca en Teherán en construir armas nucleares. Por su parte, Irán afirma que los objetivos son pacíficos. Se habla de sancionar al gobierno de Mahmoud Ahmadinejad desde la ONU pero Rusia y China se oponen a la idea de sanción (a mi juicio esta es una posición más sensata). Se ha hablado también de sanción económica e incluso anda dando vueltas – pero sin seriedad – la idea de una intervención militar, cosa que es a todas luces imposible ya que eso implicaría hacer arder Medio Oriente (y elevar el precio del petróleo “hasta las estrellas” lo cual supondría un caos difícil de imaginar).

Como se podía uno imaginar en un principio, las cosas se han puesto más tensas. Cada posición se hace paulatinamente más radical lo que aleja la posibilidad de la salida más sana: la negociación. El problema es que el factor predominante en las acciones emprendidas por uno u otro lado es la desconfianza. El gobierno iraní no se cansa de decir que no reconoce a Israel, negar el holocausto, señalar que hay que borrar a Israel del mapa, etc. A eso se le suma sus vínculos con grupos árabes extremistas. Declaraciones como las del gobierno de EE.UU. que dicen que Irán financia el terrorismo tampoco ayudan en este delicado asunto. Por su parte, EE.UU. llevó a cabo una invasión injustificable a Irak sin contemplar la opinión de la ONU, lo cual le quita credibilidad a este organismo. En cierto modo, EE.UU. le dio el golpe final a la real influencia que podía tener la ONU en la solución de esta clase de problemas, junto con generar un contexto desfavorable para la negociación o posible aplicación de sanción.

¿Por qué es mejor negociar que sancionar?

A mi juicio, una sanción económica (que es la más probable), o de otro tipo, no garantiza que Irán abandone su programa nuclear. Es más, refuerza su desarrollo ya que aumentaría la necesidad de variadas fuentes de energía para la nación, puesto que como sea, nadie le dejaría, en los hechos, de comprar petróleo. Estando el precio del crudo tan alto, sacar a este país del mercado podría significar elevar su precio aun más. Por otra parte, la influencia política de Irán en la región es muy grande, tiene la capacidad de agitar población chiíta, lo cual es una potencial fuente de desorden en países como su vecino Irak. Con sanciones lo único que se conseguiría es hacer pasar problemas económicos a ese país que llevarían a un aumento del desorden en la región, y contribuirían a la definición de Occidente como enemigo, generándose más desorden.

La situación, su contexto, hace necesario ensayar la negociación. Llegar a un acuerdo en que ambas partes cedan en su posición a niveles que les sea tolerables. Es posible que siguiendo ese camino se llegue a una situación tolerable. Ignoro si su resultado implicaría un Irán armado con artefactos nucleares. No obstante, pienso que lo que busca Irán no es fortalecerse militarmente con bombas nucleares sino potenciar su economía haciéndose menos dependiente del petróleo, con lo cual podría manejar mejor su tenencia de este recurso en le mercado sacándole más ventajas económicas.

Sobre la tenencia de bombas

A este respecto creo que es difícil sostener una posición de negar a un país el desarrollo de armamento nuclear. Sobre todo si la exigencia se hace desde gobiernos que si tienen esta clase de artefactos en su poder. Pero es cierto también que cuando a un país se le permite, muchos más se suman a la demanda. Se trata de un ejercicio de dominación (para quedarse con los recursos del dominado, etc.), el cual puede encontrar siempre oposición. Eso es lo que está ocurriendo.

Pienso que la única salida real al problema del armamento nuclear es que todos los países renuncien a este tipo de artefacto bélico De este modo se acabaría la sensación de necesidad de tenerlos. Lamentablemente es una solución con cara de utopía, puesto que la desconfianza en el otro traba esta clase de procesos. Por lo pronto seguirán esta clase de discusiones, y el círculo de la desconfianza e intereses involucrados en el mercado de las armas y las actividades asociadas a este nos llevarán a panoramas cada vez más complejos.

1 comentario:

Soy.una.Quijote. dijo...

Hola Marco, un gusto que hayas vistido mi rincocito, tal estuve leyendo tu blog.

Pienso que tal estoy mal que la ciencia de la poesia es poder colocar el alma en el lápiz en este caso las teclas y escribir de adentro...

Te seguire vistiando....